sábado, 24 de febrero de 2018

Bizcocho de jengibre




4 huevos medianos o 3 grandes
Infusión dulce (té de rosas, frutas, frambuesas, etc)
2 cucharaditas de jengibre molido. Si es fresco, una cucharadita de jengibre rallado.
El zumo colado de un limón.
Una cucharada sopera de miel.
150 gramos de azúcar (puede ser integral, si tenéis preferencia).
200 gramos de harina (también se puede usar integral).
100 gramos de mantequilla, o 120 de aceite de oliva suave.
Un sobre de levadura química
Azúcar glass para espolvorear
Una pizca de sal

Lo primero que haremos será la infusión. Yo en esta ocasión he utilizado escaramujo (té de rosas silvestres), pero sirve igualmente cualquier infusión aromática de frutas, e incluso poleo-menta. Añadiremos el jengibre y la miel, removeremos para que se mezcle bien, y la dejaremos enfriar a temperatura ambiente.
Del mismo modo, derretiremos la mantequilla en una taza al baño María, o en el microondas a baja potencia. También la dejaremos templar al aire.

Cuando ya esté todo tibio, comenzaremos a elaborar el bizcocho. Se puede utilizar una simple batidora.

Y lo primero que batiremos, será la infusión colada con los huevos. (Media taza de infusión)
Después, con la mantequilla y el limón.
Más tarde, con el azúcar.
En seco, tamizaremos harina y levadura.
Lo añadiremos a la mezcla con la pizca de sal.

Engrasaremos un molde y volcaremos la masa. 
Hornearemos hasta que suba, y con un palillo comprobaremos que al hundirlo no sale manchado.

Con un colador, espolvorearemos por encima azúcar glass.



Buen provecho; el bizcocho tiene un sabor aromático, dulce, especiado y peculiar. Os va a sorprender.

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